jueves, 12 de marzo de 2009

Las personas no son sus situaciones


Cuando alguien tiene una dificultad o un conflicto con algunas de las áreas de su vida, generalmente se enfoca en la situación, entendiendo que resolviendo esa situación ya nunca le volverá a pasar. Por un lado, podría ser que no suceda más, o se puede volver a repetir tal cual, o en última instancia podría repetirse, pero de manera transformada.

Enfoquémonos en la última de las opciones. Como muchos sabemos, porque lo aprendimos en la secundaria, la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. De igual modo, lo que nos mueve a hacer algo o a comportarnos de una manera particular, es precisamente una energía motivacional que muchas veces viene de un lugar desconocido, entendiendo que la mayoría de nosotros no sabemos por qué nos comportamos de una forma o de otra cuando se nos presenta una situación.

Esta historia se repite mucho en la consulta terapéutica, cuando las personas van por primera vez, que a manera de desahogo o entendiendo que el terapeuta le va a aconsejar para que resuelva sus situaciones, se pasan todo el tiempo contando historias y diciendo lo que le pasó y lo que no le pasó. En principio, es importante, porque es la única manera de poder conocer un caso a profundidad, pero si se quedan frisados ahí, esperando una solución estructural, pues el proceso se puede caer.

En qué nos tenemos que enfocar entonces? pues, precisamente en conocer cuales son las motivaciones que nos mueven a actuar o a tener ciertas actitudes en nuestra vida. La verdad libera, y eso es definitivamente cierto. Es muy difícil que las situaciones negativas se tornen positivas en el porvenir, si uno no sabe qué es lo que hace en medio de las tormentas. Cómo hablamos, nuestros gestos, el movimiento de las manos, el tono de voz, etc, etc, etc. Cuáles son los esquemas de pensamiento que tenemos para la resolución de conflictos, y que humildemente podamos cuestionarnos todas esas cosas, y comenzar a ensayar una nueva motivación, por el simple hecho de que así lo queramos.

En vez de preguntarte, “por qué me pasan estas cosas”, pregúntate “qué es lo que hace que pasen estas cosas”. En la primera buscas una razón, y tus razones siempre van a estar de tu lado, en la segunda te estás cuestionando a ti mism@, y esto puede comenzar a darte respuestas. Por eso es que nunca debemos enfocarnos en que las personas nos hacen sentir de tal manera, sino que “yo” me siento de tal manera...

Situaciones siempre habrán. Empero, la lógica que te ha guiado toda la vida para resolverlas, no es la más adecuada, si reflexionas sobre el hecho de que tu única meta es “no tener situaciones”, para así poder sentirte mejor. Es una lógica errática. Por el contrario, si utilizas la lógica de que “siempre habrá situaciones”, por lo tanto “revisaré mis esquemas de resolución de problemas” para “interactuar de una manera más adecuada con cualquier persona que se me presente una situación”. Parece simple, y lo es, siempre y cuando te decidas a hacerlo. Cuando uno comienza a venderse ideas, uno las compra, y en consecuencia comienza a actuarlas.

2 comentarios:

mcedano dijo...

Muy buena reflexión Ramón. Dentro del proceso de aprendizaje del ser humano, todo aquello que tiene que ver con la cognición humana, entiéndase el proceso de adquisición de conocimientos.

Este proceso tiene sus diferentes variables (abstractas y a veces difícil de entender) que se dan en cierto orden y que consta de la atención, la percepción, la memoria, el razonamiento, la toma de decisiones, el pensamiento y el lenguaje.

Tu planteas que debemos preguntarnos “Cuáles son las motivaciones que nos llevan a actuar o a tener ciertas actitudes en nuestra vida?”

Pues soy de los que pienso que reaccionamos de acuerdo a la “programación” de data que podamos tener y que nos pueda servir de referencia y respuesta ante una circunstancia equis, recursos guardados en la famosa memoria a corto y largo plazo.

Viéndolo desde una óptica neuro-psico-fisiológica, nosotros respondemos a nuestras circunstancias de acuerdo a aquellas vivencias que nos hayan moldeado aun desde el vientre de nuestras madres y que atreves de todo ese proceso cognitivo antes mencionado nosotros damos respuesta a los famosos estímulos externos.

Yo pregunto a igual que tu, cuales son los esquemas de pensamientos que tenemos para la resolución de conflictos?

Por eso pienso que los seres humanos somos frágiles y productos de una “siembra” que comienza temprano. Por seguir las teorías de cognición que comparan el proceso al de un computador que codifica, almacena, recupera y ordena la información, necesitamos realmente sentarnos a reflexionar sobre las cosas que han venido a moldear nuestra manera de pensar (sea consciente o inconsciente) y permitirse “borrar”, “reprogramar”, y “corregir” errores de “programación” que siempre harán que nuestra vida caiga corta de experimentar la abundancia y la satisfacción de vida que Dios tiene intencionado para nosotros.

Y demás está decir que Dios juega un papel importantísimo en ese proceso regeneración. Dios quiere ser el “Mcafee” de nuestro cerebro…bendiciones.

Modesto Cedano
http://pensando-en-alta-voz.blogspot.com/

Esther dijo...

Excelente esta reflexión,mientras la leia me sonreias y dirian ¿porque? en realidad es como si esta publicacion de es este blog , fue escrita exclusibamente para mi,y tu sabe porque lo digo almanzar, mi vida es todos una situación. Pero tiene todas la razon es muy dificil que la situaciones negativas se tonen positiva en el porvenir. son la que dejar secuelas en nuestras vidas y por lo tanto es la haces que busquemos de ayudad de un terapéuta.