miércoles, 15 de julio de 2009

La tolerancia es un “No” postergado

"tiempo de intolerancia", oleo de Susana Bonnet, Argentina.

Escuchando a alguien hablar en días pasados sobre el tema de que hay que tolerar, recordé que hace ya un tiempo me vino a la mente la frase que he puesto por título al escrito de hoy. No vayan a creer que por siempre estar recordando cosas es que soy viejo, para nada, pero mi posición en la familia de origen de la que vengo me puso a funcionar de una manera un tanto reflexiva desde pequeño.

Pues bien, tolerar se ve como una de las bondades y buenas cualidades que puede tener una persona en su repertorio de características. En cierto modo, podríamos pensar que es bueno tolerar, y si lo entendemos desde el punto de una de sus acepciones, quizás sería cierto, ya que se puede entender como sinónimo de respetar el punto de vista de los demás. Sin embargo, de la manera que se utiliza el término generalmente, es dando la denotación de resistir, aguantar, tener paciencia con algo.

Entendiendo la tolerancia como una forma de aguantar y resistir una situación o a una persona determinada, podemos entender mejor lo que digo de que esto es un “no” postergado. O sea, tolerar no es aceptar, ni respetar (aunque el diccionario lo ponga como una acepción), sino que es “soportar hasta”, hasta cuando? Pues no se sabe. Y aquí radica el peligro de la tolerancia.

Por eso nunca utilizo esta palabra como recurso cuando quiero resolver algún conflicto. Y cuando alguien menciona la tolerancia como parte de las cosas que está cultivando dentro de una relación, pues hago un paréntesis y le aclaro el problema que puede derivar de tolerar situaciones. Lo de “postergada” precisamente viene al traste, con que en cualquier momento ese aguante estallará y la posición será la misma que cuando comenzamos a tolerar ese algo.

Por otro lado, podríamos ser tolerantes por un espacio de tiempo determinado, siempre y cuando sea parte de bajar el perfil para ir resolviendo la situación. Desde este punto de vista, podría ser positivo, pero lamentablemente las palabras tienen una carga que activa los esquemas mentales, y por eso no me gusta utilizarla.

Entonces, es mejor que podamos hablar de respetar en su significado literal. El respeto nos lleva a la aceptación, caminando por una vía de conocimiento y asertividad para con las personas. Nos ayuda a externar nuestro punto de vista, en vez de aguantarlo. Y en ese proceso le damos la oportunidad a los demás de que puedan observar las cosas que uno pueda sugerirles dentro de una comunicación abierta y sin maquillajes. Porque de otra forma, o sea, tolerando, simplemente vamos fabricando una bomba de tiempo que explotará en un momento de tensión.

Comenzar a tolerar algo es activar la bomba que va a estallar en cualquier momento. Lo difícil es que no somos muchas veces concientes del momento en que ocurrirá esto, por lo cual estamos en desventaja ante cualquier situación que se pueda presentar, ya que las emociones aguantadas generalmente no salen de una forma muy bonita.

Ser tolerantes incluso puede rayas en la más baja de las hipocresías, por el simple hecho de que estoy demostrando algo que realmente no estoy sintiendo hacia la otra persona. Pongamos la tolerancia en el balde de cosas por tirar a la basura. Asumamos una posición de resolución, respeto, asertividad y aceptación. Entendiendo que, la idea no es aguantar a nadie, sino entendernos y poder buscar formas y maneras de poder llevarnos lo mejor posible, siempre manteniendo la claridad y la honestidad l@s un@s con los otr@s.

re.almanzar@gmail.com

1 comentario:

Unknown dijo...

Ramon concuerdo con tu tema y creo que el respeto es la cualidad mas hermosa y la base del amor y la tolerancia no tiene nada que ver con amar porque representa sacrificio y espera...el amor no es sacrificio es entrega y aceptacion. Sandra.